Expresso del 10 de enero



Expresso


Por Víctor Hernández Luna


“Chuchita bolsearum est” (O lo que es lo mismo “A Chuchita la bolsearon)


Ya previo a iniciar el 2015 se anunciaba el trukulento incremento salarial tan esperadamente desolador como cada año: ¡4.2 por ciento! muy por debajo del aumento en la inflación, que esa sí crece porque crece.

Anunciaban así que para la zona “A” – en la que no está incluido Quintana Roo – se tiene ya un salario mínimo o microsalario para ser más precisos y justos con la injusticia salarial, de 70 pesos con 10 centavos ($70.10 pesos), mientras que para la zona “B”, ahora sí con Quintana Roo incluido, es de 66 pesos con 45 centavos ($66.45 pesos), un 4.2 por ciento más y una burla directa a los trabajadores.

Como premio de consolación y dando esperanzas – falsas o no - a través de una iniciativa de ley el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, se establecería desligar el salario mínimo como referencia para multas y penas, y otras chifladeras, a las que el único sistema de medición es el cada vez menos rendidor salario mínimo.

Con esta medida, tal y como aseguraron los empresarios del país, los de Cozumel también representados por las cámaras empresariales, se acabaría el pretexto para así poder tener incrementos salariales justos para los trabajadores.

Aprobando esto no habría pretexto, aunque siempre lo tienen, para dar salarios justos. Y es que el único movimiento claro para ofrecer una verdadera calidad de vida para los mexicanos, muy presumida por el gobierno federal, estatal y hasta municipal, de la que no se goza ni se gozará mientras no se tengan verdaderos aumentos salariales superiores a los incrementos de la inflación: sueño guajiro.

El Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), aseguró en un estudio del 2014, que para un mexicano el obtener una calidad de vida aceptable y digna a como aseguran los representantes del pueblo en los gobiernos, debe ser de 120 pesos. ¡Uh que la!

Para colmo de los casos iniciamos también el año con el gasolinazo del que aseguran será el único. Así lo declararon a los cuatro vientos, aunque dentro del Periódico Oficial de la Federación (POF), se establece la efectividad del anuncio de un incremento único del año para los combustible fósiles, aunque… en el transcurso del año podrían darse otros incrementos (¿eso venía en letras chiquitas…? ¡plop!).

Para colmo en el municipio se tiene un incremento de impuesto predial aplicable a este año, todo sale más caro y los salarios no cambiaron ni en lo mínimo ni en lo micro, porque dicen que se trata de un destino turístico en el que los trabajadores reciben propinas y con eso se compensan… ¡por favor!, eso es una gratificación independiente a los salarios y por tanto no debe contar para los patrones. 

Por tanto y en resumen: con la devaluación actual de un precio del dólar por las nubes y los precios de productos básicos como la presión arterial sube que sube, no hay panorama muy positivo. Solo resta decir que “al mal tiempo buena cara”, porque a decir de las autoridades gubernamentales, ya salieron conque “a Chuchita la bolsearon”. 

Anuncios de ocasión

Ya pasando al plano municipal, y dentro de las primeras declaraciones del año por parte del edil cozumeleño, Fredy Marrufo Martín, se dijo o se dio a entender de los posibles cambios en la estructura gubernamental, particularmente en materia de seguridad con el posible relevo de Sergio Terrazas Montes, que ha mantenido la seguridad del municipio en constante incertidumbre.

En redes sociales los comentarios van en torno a la poca seguridad del municipio y que Terrazas Montes en lugar de atender simplemente evadió con lo que aparentemente han sido estadísticas maquilladas que no coinciden con los casos y algunos registros en otras instancias como con los jueces cívicos.

Ahora se platea el cambio como una rotación sana que debe existir y muy común en los gobiernos, situación que deja mucho en duda conociendo las constantes quejas de los cozumeleños ya no en redes sociales, sino en la realidad y cuya opinión es recalcada a las afueras de la dependencia encargada de la seguridad.

Nombres van y nombres viene, como el de Salvador Rocha Vargas, quien hace algunos años fungió como titular de la Dirección Municipal de Seguridad Pública y también en la Secretaría Estatal; otro nombre es el del Director de la Policía Turística en Playa del Carmen, Raúl Alberto Tassinari González y hasta el de un militar retirado del que se desconoce.

Sin embargo y lo más importante es que la persona que cubra esta plaza de esta importante dirección municipal, deberá trabajar para cambiar la imagen de la corporación para con la sociedad, pero aún más imperativo y urgente, el trabajar para reducir al fin la delincuencia.

Sin control

La depredación de los recursos naturales de Cozumel, o los daños ambientales en la isla, cuyas costas están declaradas al menos en un 90 por ciento como área naturales protegidas, están fuera de control si es que puede llamarse algo controlado.

La ausencia de una mejor representatividad de la PROFEPA, cuya delegada estatal Ludivina Menchaca es prácticamente desconocida en el municipio, es preocupante y deja en claro que para esta dependencia, como ha sido siempre, la isla – y todo el estado - ha dejado de ser prioridad para proteger sus recursos.

Basta recordar el caso de arena del cual hemos plasmado mucho en este espacio y que a la fecha no hay resultados claros, y el más reciente de los daños causados en las cercanías de VIllablanca con el anclaje de un velero. 

En primer lugar la capitanía asignó una posición de fondeo frente a sus oficinas y resulta que apareció hasta el sur por Villablanca y no sabían qué pasaba en esta dependencia que debería controlar el tráfico marino. Siguiente que nadie salvo los buzos cercanos comentaron a los tripulantes que no podían anclar y el daño causado en consecuencia y se hizo caso omiso. Y otra situación, que se denunció pero en ningún momento se presentó la PROFEPA a verificar el hecho.

Representantes de la CONANP asistieron pero nada pudieron hacer ya que esta parte no pertenece al Parque Marino y por tanto se limitaron a denunciar ante la instancia federal la cual no dio signos de interés.

Esto ya se ha vuelto costumbre en Cozumel, los delitos ambientales abundan y para cuando al fin “se dan cuenta” las autoridades ya está hecho el daño, no multan, sólo suspenden y dejan de recuerdo y como especie de monumento y burla los restos de lo que quiso ser, hecho a perder y seguirán permaneciendo en el municipio. Caracho.

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Los espero cada jueves a las 9 de la noche en La Mesa Caliente a través de Canal 35 de CableCozumel y en www.radiocoral.com 

Publicado originalmente en el Semanario de Cozumel del día 10 de enero del 2015 

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