Por Víctor Hernández Luna
Vaya relajito el que armaron con
el cambio de huso horario. Ahora resulta que dice mi mamá que siempre no era
así, que tal vez tengamos que sumar una hora más al horario para el 2016,
quedando dos horas adelante en comparación al del centro de México, y en estas
fechas, a la par con el de la costa este de los Estados Unidos de Norteamérica,
lo que se planteó en un principio.
El caso es que esto demuestra lo
mal planeado de esta iniciativa cuyo impacto ahora es visible al quedar una
hora desfasada en comparación al horario a igualar.
Si de por sí ya no le cayó muy
bien la idea a muchos esto del cambio de horario – me incluyo en el paquete -,
ahora menos quedarán ganas de hacer un nuevo cambio como para solucionar la
metida de pata de todos aquellos promotores y de esta nueva modalidad horaria,
mal planeada.
Jesús Vázquez de El Economista
comentaba en una nota del 9 de marzo, que el gusto del cambio de horario sólo
duró 40 días, y que en una declaración oficial, la Secretaria de Turismo de
Quintana Roo, Laura Fernández Piña, comentó: “estudiaremos la forma en que
funcionará el nuevo huso horario, que en estas semanas ha respondido
favorablemente para el sector turístico estatal, sin descartar la posibilidad
de solicitar a la Cámara de Diputados una modificación o un agregado al decreto
vigente para aumentar una hora más en verano del 2016, para homologar el
horario con el este de Estados Unidos durante todo el año”.
Esto es todavía más preocupante
al mencionar que se pudiera hacer una adecuación a lo ya dispuesto y de lo que careció
de consulta previa a la ciudadanía, a personas como usted y como yo, porque eso
de preguntar a los empresarios, es obvio que todos dicen sí.
El caso va más allá, porque
entonces el desfase en al menos unas semanas en comparación al centro de México
sería de dos horas mientras que se acomoda el resto del país, creando más
confusión.
Y así nomás como pensante y que
se me viene la idea, del por qué carambas debemos acomodar el horario a lo que
necesiten los turistas, y eso no en mal plan, pero espero alguien me saque de
duda si al menos en estos poco más de 40 días al menos se ha notado un
incremento en el arribo de vacacionistas o están felices de venir y llegar a la
hora correcta.
Porque algo sí he visto es que
les da igual a la hora que lleguen y es lo comentado por algunos de ellos a
prestadores de servicios turísticos. Pero si estoy mal, pues díganme, a veces
uno no sabe o planea “tan bien las cosas” como quienes las proponen y aprueban,
¿o no diputados, senadores, y toda la “multitud” que pensó en todo para este
cambio de huso horario. Digo, así pregunta o comentario inocentón. Caracho.
Mochila, mochila.
Y que se lanzan a reactivar el
operativo mochila para cachar a cuanto adolescente puedan y ver si llevan desde
tijeras escolares, armas, celulares que los distraigan de clases, cigarros,
alcohol, drogas o hasta condones por si acaso se les hace en plena institución,
digo con eso de que hasta fuman marihuana y entran alcoholizados a las clase,
pues también puede pasar… ya pasó.
Pero lo más curioso es la forma
de estos operativos similares a los que se llevan a cabo con alcoholímetro,
ahora el famoso radar y otros a implementar que al momento de llevarlos a cabo,
¡zaz! Nadie se aparece, no hallan nada y tampoco encuentran acciones
sospechosas. Pero cabe aclarar que esto no es porque no hagan su trabajo, no,
es porque ese día a nadie se le ocurrió beber, todo mundo se avisó de los
operativos y en las escuelas ese día no se les dio la gana hacer lo de siempre.
Saben los problemas al interior
de la escuela y por eso se hacen estos operativos. Es bueno, nadie dice lo
contrario, aunque estos hay que reforzarlos con la educación en casa. Motivar a
los padres de familia a estar en comunicación con sus hijos, tener la
confianza, ver sus gustos, amigos, intereses personales, dar ejemplos claros
del buen comportamiento.
Sin esto, de qué sirve poner
hasta detectores de metales a las entradas, hacerles antidoping, si en casa ven
como le entran al alcohol, son fumadores pasivos de todo y escuchan un
vocabulario propio de las películas de albures y esos menesteres; si encuentran
a los padres todo el día pegados a la tv y celular y no leen ni las etiquetas
de lo que consumen.
Eso sí, ya en el
merequetengue de ir a responder por los
hijos a Seguridad Pública, al MP, a las citas de la escuela, en el peor de los
casos al hospital, ay andan lloriqueando los padres que dejaron salir a sus
hijos menores de edad a altas horas de la noche, que permitieron salir con
amigos dedicados a la vagancia. De verdad que a muchos les gusta el frito.
Cremoso
Un funcionario descortés y con
poco interés de hacer algo tan simple como informar, de no dar la cara de lo
que hace, es José Alfredo Espinoza. Funcionario adscrito a la Secretaría
General del Ayuntamiento y quien al momento de solicitar información no sabe
nada, te entrega un papel X con lo que sea de información y con todos los
gestos de desprecio y desdén posible.
Sólo un comentario: uno como periodista, como reportero, busca la información,
no estamos mendigando nada, su obligación es trabajar por Cozumel e informar,
donde entramos nosotros.
De memes y otras …gaderas
¡Ay esas memes! Qué sería el
mundo actual de la red sin esas jocosas e ingeniosas memes de todo mundo, desde
el político hasta el maestro, del actor, actriz, cantante, grupo, superhéroe,
de todo, de chile, de dulce y de manteca.
Que señalan tanto al funcionario,
policía, la suegra, la mayita, a carmelita, al Cuau, y las más socorridas, o
abundantes, las de EPN, vaya que ahí sí hay tela de dónde cortar.
Ojalá y alguien tenga la
brillante idea de reunir todas esas memes, y al final del mandato federal se
haga la compilación. Una buena idea, porque igual y volvemos a reír cuando
tengamos encima todo lo que este sexenio dejó.
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Publicado originalmente en El Semanario de Cozumel el día 14 de marzo del 2015
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