Por Víctor Manuel Hernández Luna
¿Y el reglamento?
El Ayuntamiento de Cozumel cuenta con diversos reglamentos
para determinar si algunas acciones son viables. Muchos de estos reglamentos
requieren de actualización y otros de aparición y aplicación. Tal es el caso
del muy alardeado “Reglamento de los
Derechos de Personas con Discapacidad del Municipio de Cozumel Quintana, Roo”,
documento propuesto en el 2013 por la entonces séptima regidora, Rosa Alicia
Sáenz López y que incluía 57 artículos.
Si la
memoria no me falla y los escritos de ese entonces son más que correctos, se
aprobó en la cuadragésima tercera sesión ordinaria del Cabildo en el 2013,
quedando únicamente la publicación del documento en el Diario Oficial del
Estado.
A la
fecha, dentro de una administración municipal incluyente, la ausencia de este
reglamento que permita una mejor calidad de vida a las personas con
discapacidad, deja en claro que no existe interés alguno por ofrecer, ya no
facilidades, sino especializaciones a quienes en muchos casos tienen mayores
capacidades que muchos.
Parece
ser que debe llegar gente de fuera para que ahora sí, se pronuncien a favor de
mejorar las calles, de respetar los espacios, cuando en realidad lo único a
llevar a cabo, a aplicar, es un reglamento ya aprobado.
Quizá
de esta forma, al aplicarse multas, muchos cozumeleños comprendan la
importancia de respetar los espacios exclusivos para discapacitados, y mejor
aún, que los conductores con o sin discapacidad y que transportan a
discapacitados, tengan la cultura de colocar distintivos debidamente aprobados
para hacer valer y respetar los sitios de estacionamiento.
Que
por fin conductores de moto o auto entiendan y conozcan, la solicitud de paso
de las personas invidentes. La importancia de eliminar obstáculos en las calles
como casetas telefónicas, botes de basura, vehículos, materiales de
construcción y otros cuya posición afecta y lastima a quienes tienen por ojos
un bastón y el oído.
¡Caracho!
¿Acaso pesa mucho hacerlo?
¡Y sigue la mata dando!... o quitando.
Y qué
onda con eso de las multas al Verde Ecologista. De plano es un caso de cinismo
partidista al por mayor. Sin que se moleste el INE porque únicamente haré una
observación a éste y el resto de los gastos innecesarios del presupuesto en
partidos políticos.
Porque
resulta bárbaro y con una ausencia muy clara de progenitora, que se multe al
Verde Ecologista de México, con hasta 500 millones de pesos, cuyo pago tendrá
que efectuar el verdoso partido, con nada más y nada menos que los recursos
entregados producto de los impuestos que pagamos todos, y ni se vaya haciendo
ilusiones o imagine a los miembros de las más altas esferas políticas, llámese
diputados, senadores, presidentes de
partidos y otros tantos, incluyendo a resultados de coaliciones – y con
eso le dije a quién en Los Pinos -, van
a estar pagando de sus dietas salariales la multota.
Por
eso hay que darle la razón a los memes circulantes en internet, que señalan con
certera precisión que uno de tantos recortes positivos a los presupuestos del
país, es nada más que el ahorro de más de tres mil millones de pesos de
recursos entregados para mantener a partidos políticos.
Igual
para este partido político se plantea su baja definitiva del sistema político,
pero pa´l caso es lo mismo, porque se van y hacen otro partido y siguen como
muchos el modus vivendi tan aprendido de otros tantos dinosaurios.
Ay se
lo dejo de tarea si quiere seguir manteniendo partidos políticos que cuando
llegan no atienden a quienes se supone representan y que, por si no recuerda,
son empleados de todos quienes hayan votado por ellos y hasta quienes no lo
hicieron.
Arenoso
Ya
van cuánto ¿dos meses? Y de los responsables del robo de arena ni alguna pizca
de reacción por parte de las autoridades, ni federales a quien les compete ni
de las municipales en la que se dice están involucrados personal de ecología.
Según
los últimos informes, la PROFEPA estaría realizando una investigación que ha
reportado de vez en cuando, mientras que de la PGR ni sus luces.
Así
pasa, ya se sabe, en esta isla llena de impunidad a quienes cometen delitos
fuertes, que dañen el patrimonio del municipio y quienes atenten con el entorno
natural. El dinero mueve muchas cosas al grado de que se perpetró un robo en el
que evidentemente participaron volquetes grandes, cuya coincidencia en verdad
llama la atención pues sólo hay un sindicato de volqueteros en el municipio con
camiones de alta capacidad.
Y del
sitio donde se presume depositaron el material, tampoco se ha visto. No
entregan culpables porque todo se va en amiguismos.
Seguramente
pasará desapercibido igual que la “Palapa de la Vergüenza”, que sigue
impunemente en la zona oriental y que con todo cinismo y lujo de influyentismo,
continúa desafiando a la ley.
Muchos
reclaman se haga algo, pero mientras olvidan que existen reglamentos en el
municipio con los que pueden actuar, sólo que, insisto, se trata de los
influyentes.
Ya
inició formalmente la temporada de arribo de tortuga y no se sabe si van a
incrementar la vigilancia, que para los delitos que se cometen en la zona
oriental, da igual que existan mil patrullas, porque si pudieron llevarse más de
500 metros cúbicos de arena, que le espera a las pobres tortuguitas indefensas
y a la mano de quienes tengan influencia y puedan hacer lo que quieran. Este es
el Cozumel de ahora, donde no pasa nada y ocurre de todo.
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