Cuevas en Cozumel

Por Víctor Hernández Luna

La Isla de Cozumel, en el Estado de Quintana Roo, caracterizada por la riqueza subterránea a través de cuevas y cavernas, de cenotes y cuerpos de agua como “El Aerolito”, continúa brindando sorpresas para los investigadores que se adentran en sus entrañas en la búsqueda de un mejor conocimiento de este destino turístico.



La condición de esta isla en el Caribe Mexicano, cuya geografía se había pensado como una placa plana con pocos niveles de altitud o de sitios altos, ha demostrado y reformado esta idea mediante la aplicación de la tecnología LIDAR.

Germán Yañez Mendoza, espeleobuzo y uno de los pioneros en la búsqueda de cuevas secas en la geografía isleña, reveló a FusiónQ los nuevos descubrimientos y trabajos que desde hace apenas dos años y medio se han realizado en al menos nueve cuevas secas en la isla.


Como presidente del Círculo Espeleológico del Mayab, Germán ha iniciado con el recorrido de algunas cuevas en la isla, en zonas detectadas a través de la tecnología LIDAR, que arrojó resultados de altitudes de entre los 10 y 12 metros en zonas cercanas al poblado de El Cedral, en la zona centro de Cozumel y en el área oeste de la isla.

Allí, se ha iniciado la exploración de estas cuevas, cuya geomorfología, en un territorio kárstico (referente a la formación de roca caliza), ha sorprendido a los investigadores que desde hace poco más de seis meses, han dado comienzo al estudio sistemático de estos cuerpos.


“En estas cuevas en primer lugar, relata Germán Yañez, hemos hallado un “remipedio” (ciempiés), que podría ser único en su especie, ya que regularmente los hallados en otras partes del mundo, se trata de menor tamaño entre tres y cuatro centímetros, mientras que en la isla son de hasta seis centímetros de largo, venenosos para sus presas y alimento: crustáceos que cohabitan en estos lugares”.

Otra diferenciación entre estas cavernas, es la fauna y flora en investigación, totalmente distinta dentro de la misma isla y en distancias de tres a cinco kilómetros, lo que llama la atención de los investigadores que han acudido para indagar sobre su interior.


“El planeta ha sufrido distintas eras glaciales como la “Wisconsin” y la “Illinois”, y por eso tenemos diferentes especies en variados ecosistemas dentro de estas cuevas, porque entre estas eras, los organismos atrapados por la distancia temporal, fueron depositados, sin que hayan dado un salto evolutivo”, explicó.

Otro de los hallazgos en estas zonas fue el de la araña violinista, “Loxoceles”, de la que se desconocía su existencia en Cozumel, y se investiga su relación con algunos rituales mayas.
En el caso de los mamíferos, la expedición encabezada por científicos de la UNAM, la UQROO y otras instituciones, halló al Mimon Cozumelae, murciélago endémico que se encuentra en peligro de extinción.


“Las cuevas secas detectadas a la fecha, nueve que están siendo exploradas, donde se realizó un muestreo general de las especies y en espera de los resultados, se han visto de hasta dos o tres metros de altitud con una distancia de fondo de hasta 300 metros, aunque se han observado otras en las que entra uno arrastrándose”, comentó Yañez Mendoza.

Y es que dentro de estas exploraciones se han visto también restos de vasijas y otros utensilios de barro, propios de la cultura maya, lo que representaría la posibilidad del uso de estas cuevas por los antiguos mayas incluso como refugios anticiclónicos, aunque la hipótesis será comprobada tras los primeros resultados de los análisis en curso.


Otra característica de estas cuevas que se encuentra en disertación, es la forma de sus paredes de tipo concavo, formadas de manera natural y similar a otras de distintas partes del mundo.

Además de ello se han visto estalactitas formadas durante cientos de años y las estalagmitas, quizá las más importantes por ser las que revelarían la formación de estas cuevas.


“Estamos seguros que se trata de un nuevo descubrimiento y aunque estamos en pañales en el estudio de las cuevas secas de Cozumel, se ha tenido un avance importante al entrar y recoger muestras para determinar las distintas especies que las habitan, así como su riqueza mineral y otros datos que nos ayudarán a conocer la historia geológica de la isla”, agregó.

Hasta la fecha la ubicación correcta de las cuevas se ha mantenido a discreción, esto por el proceso de investigación que se realiza y en espera de obtener muestras puras de estas
cavernas secas, ya que al ser abiertas al público se correría el riesgo de contaminarlas y afectar el ecosistema reinante en estos sitios.

Las invetsigaciones se han iniciado y tal y como se aprecia, estos espacios secos de la isla, podrían arrojar nuevos datos que tal vez puedan modificar en parte la historia de este destinos turístico donde la riqueza natural no ha dejado de sorprender al mundo.


Reportaje publicado en el mes de agosto del 2015 en la Revista FusioQ se salva.


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