Agua potable de Cozumel en peligro


Estudio del 2011 calculaba en 50 millones de metros cúbicos la reserva


Por Víctor Hernández Luna



Agua, elemento vital para la existencia de vida, es la diferencia entre la existencia de una isla habitada y una isla desierta.

Cozumel vive precisamente por mantener agua en sus entrañas. Y es este recurso el que permite sea habitada y por ende ser un destino turístico.

Un estudio realizado en el 2011 por Instituto de Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), señala una reserva de 50 millones de metros cúbicos de agua, depositados en los mantos acuíferos subterráneos de la ínsula, y cuyo riesgo de contaminación es latente.

El consumo, según lo comentado por Juan Buenfil Dorantes, subgerente técnico de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado, se estima en 12 mil 500 metros cúbicos diarios en temporada regular y llega hasta 15 mil metros cúbicos en la temporada alta.

De este consumo, se debe tomar en consideración que se trata también de las categorías en las que son utilizadas, es decir, de la jerarquización de acuerdo al gasto, quedando así la “doméstica” que va del metro a los 10 metros cúbicos y de 11 a 15 metros cúbicos, generando un costo adicional por cada metro cuadrado. El costo de cada metro cúbico es de 2 pesos con 89 centavos.

En el caso de la categoría comercial se encuentro de uno a 10 metros cúbicos y un costo adicional por cada metro cuadrado, para después tener ña hotelera, industrial y de servicios generales en las que se considera el servicio a la comunidad, parques, escuelas, iglesia y centro de recreación.

El agua es extraída de 154 pozos de los 261 pozos registrados con derechos de explotación, otorgados por la Comisión Nacional de Agua (CONAGUA), quedando 115 pozos en reserva, mientras que seis de estos depósitos naturales de agua se encuentran fuera de servicio por alta salinidad o estar abatidos.

La presidenta de la organización ambientalista Cielo, Tierra y Mar (CITYMAR), Guadalupe Álvarez Chulim, manifestó que los mantos acuíferos se encuentran en peligro por la constante depredación de los recursos naturales de la isla y el riesgo de la disposición de

los desechos sólidos y líquidos como aceites y otros combustibles, además de otras situaciones que contaminan el manto freático.

Y no es para menos, si se toma en consideración la cantidad de lotes baldíos con alto contenido de basura y objetos contaminantes como baterías alcalinas (contaminan hasta 175 mil litros de agua), y de botón utilizadas en relojería (afectan hasta 6.5 millones de litros de agua).

En declaraciones recientes, el Comisario del Ejido Villa Cozumel, Gabriel Yam Chan, manifestó el riesgo detectado por la contaminación generada en el asentamiento irregular conocido como San Fernando, con la instalación de fosas sépticas rústicas en la zona cercana a los pozos de captación.

Esto podría generar a futuro un impacto ecológico y de reducción en la disponibilidad del agua potable utilizada en la isla.

El 21 de mayo del 2013, la CONAGUA publicó el acuerdo “por el que se dan a conocer los estudios de agua subterráneas del acuífero Isla de Cozumel, clave 2305, del Estado de Quintana Roo”, en cuyo apartado 8 señala:

“el acuífero es extremadamente vulnerable a la contaminación generada por actividades humanas; es decir, que por sus características hidrogeológicas, es muy susceptible a ser adversamente afectado por contaminantes y que la calidad del agua subterránea sea deteriorada hasta rebasar los límites máximos permisibles para consumo humano. En la superficie del acuífero existen fuentes potenciales de contaminación, por lo que el riesgo de deterioro de la calidad del agua subterránea es muy elevado, lo que en consecuencia generaría graves problemas de salud pública”.

El 23 de marzo de 1981, el Presidente de la República, José López Portillo, emitió un decreto mediante el cual se externa de interés público y nacional, la protección y conservación de los recursos acuíferos de los municipios de Benito Juárez y de Cozumel.

Esta disposición remarca una veda indefinida para la extracción, alumbramiento y aprovechamiento de las aguas del subsuelo, exceptuando las que sean utilizadas para uso doméstico y de abrevadero.

A la fecha no se ha realizado estudio alguno que pudiera dar a conocer el estatus de las reservas de agua, sin embargo el realizado en el 2011, y acorde al consumo de la población y tomando en consideración el crecimiento demográfico y población flotante, se estima mantener agua suficiente para 17 años.

Cozumel depende del agua para seguir siendo poblada, y más aún, depende de la cantidad de precipitación pluvial para mantener sus reservas, no obstante que la filtración de agua hacía el subsuelo corre el riesgo de contaminación.

Por ello, y mientras no se establezcan políticas públicas eficientes y aplicables para el cuidado y conservación del agua, para la mejora en el destino final de los desechos sólidos y líquidos, la posibilidad de contaminación del agua, es latente.

Aquí es donde radica la diferencia de seguir contando con una isla habitable o no.


Publicado en la revista FusiónQ, Septiembre de 2015

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